Voy a
empezar hablando de las actividades de antes de la lectura. Son muy importantes,
probablemente las más importantes de todas, porque de ellas puede depender que
el niño quiera o no quiera leer un libro. Ese es el objetivo de esas preguntas,
crear expectación y ganas de leer, por eso deben estar ambientadas a dar
algunas pistas y hacer que los niños imaginen para de esa forma luego tener
ganas de leer. Estas preguntas también deben estar enfocadas en crear
hipótesis. Si tu le haces una pregunta abierta, el niño se imaginará un montón
de cosas que pueden pasar, pero no sabe lo que de verdad ocurre, y ahí ya les
estás creando intriga y expectación. Estas preguntas son muy útiles para los
niños más pequeños, que muchas veces, al suponerles un gran esfuerzo la lectura
deciden no leer. Así les incentivas, y comienzan la lectura. Es muy importante
para estos niños que acaban de empezar dejarles libros que sean cortos, que
ellos vean que pueden leerlos. Si no, el niño lo considerará mucho trabajo y
pasará de ellos.
Las
preguntas de durante la lectura no son tan frecuentes, pero también son muy
importantes. El objetivo de estas también es crear intriga, pero esta vez
durante la lectura del libro. Para ello, el maestro debe seleccionar alguna
parte interesante y cortar ahí la historia (como ocurre muchas veces en las
series, que en la parte más intrigante se acaba el capítulo). Así, los niños tendrán
muchas ganas de saber que pasa después y leerán por su propia cuenta.
Luego están
las actividades que van después de la lectura, que son las menos importantes.
Generalmente, están hechas para evaluar la comprensión lectora. Se elabora una
ficha con diversas preguntas relacionadas con el libro/texto que han leído. Las
preguntas suelen ser muy específicas y muchas veces van a los detalles que no
son importantes del libro. Esto es un problema ya que estas preguntas no evalúan
lo que han comprendido los niños, y a veces son tan específicas que aunque te
hayas leído el libro varias veces no te acuerdas. Pero hay otro tipo de
preguntas, que hacen pensar e imaginar, y que sí que son muy útiles. Por
ejemplo, que a partir de un punto que marque el profesor, el niño tenga que inventarse
otro final diferente de la historia. De esta forma se puede comprobar si el niño
ha leído el libro y la imaginación que tiene. Otras preguntas que se pueden
hacer sería sacando algunas palabras del texto complicadas, hacer que el niño
ponga ejemplos, para así lograr que la aprendan y piensen. Éste tipo de
preguntas si son útiles, pero las otras (que además son las más comunes), no
sirven para nada, muchas veces ni siquiera para comprobar si el niño ha leído
el libro o no.
Y por último,
me gustaría hablar de la animación de los niños a la lectura. Como ya he dicho
antes, me parece la parte más importante de este bloque, y posiblemente, de la
asignatura también. Para empezar, leer es fundamental para la educación. Si no
se consigue que al niño le guste, es probable que tenga algunos problemas en
cursos posteriores. Para solucionar esto, hay que empezar metiéndoles el gusto
por la lectura desde que son muy pequeñitos. Esto es muy difícil, y hay que
saber hacerlo bien. La incentivación es fundamental, si no se consigue que a un
niño le guste leer, nunca se va a conseguir que éste se lea un libro por su
propia cuenta. Para ello, hay que saber utilizar las actividades que he
explicado en los párrafos anteriores. Si se logra este objetivo, el niño tendrá
muchas menos dificultades en el futuro,
y además disfrutará con lo que hace.
Bis (el planteamiento de tu reflexión) y Bis (tu uso de la palabra importante).
ResponderEliminarDe hecho, para mí, las actividades más importantes son las que debemos hacer después de la lectura porque son las que nos permiten dejar en los niños una sensación u otra.